Innsbruck
La ciudad de los Alpes
Las extrañas rocas que la rodean son todas reales. Y también lo son los edificios que se apretujan a orillas del Inn en el valle. Uno de los encantos especiales del casco antiguo de Innsbruck es que parece que te adentres en la Edad Media. Desde lejos, el tejadillo dorado (Goldene Dachl) construido por el emperador Maximiliano I reluce sobre la calle Herzog-Friedrich-Straße con 2657 tejas de cobre doradas.
Innsbruck respira historia y se ha mantenido fiel a su herencia medieval, además de estar orgullosa de su combinación de ciudad fortificada y su gusto por el arte. El enorme edificio del Castillo de Ambras sorprende con sus sofisticados techos artesonados y cuadros de Rubens, Van Dyck y Velázquez.
El ajetreo moderno late ahora alrededor de la torre residencial gótica de Ottoburg, que forma parte del castillo de la ciudad de Innsbruck. Y el Palacio Imperial de Hofburg, que data más o menos de 1460 y también incluye el teatro Hoftheater y los jardines Hofgarten, adquirió su magnífico aspecto barroco durante la época de María Teresa.
El zoo alpino de Innsbruck es uno de los más altos de Europa y está situado a 750 metros sobre el nivel del mar.
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Acontecimientos destacados
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Alojamientos únicos
Con transporte público como autobuses IVB y tranvías los visitantes pueden desplazarse cómodamente por la ciudad. Hay numerosas líneas que también recorren los lugares de interés.
Una alternativa económica y flexible es el sistema de bicicletas urbanas, disponible en muchas estaciones. La ciudad se recorre fácilmente por carriles bici de 90 kilómetros.
Descubra Innsbruck
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