Innsbruck
La ciudad alpina en invierno
El casco antiguo de Innsbruck desprende un encanto especial con sus callejuelas y edificios medievales, realzados por la iluminación acogedora y el aroma a vino caliente y almendras garrapiñadas de los mercadillos de Adviento.
Innsbruck es un lugar donde la historia está viva, como el tejado dorado Goldene Dachl, que reluce sobre la calle Herzog-Friedrich-Straße con sus 2657 tejas de cobre doradas. La ciudad también es la sede de importantes eventos invernales como la carrera anual del Hahnenkamm y el Torneo de los Cuatro Trampolines, que atraen cada año a aficionados de todo el mundo.
El arte y la cultura también están presentes: el Castillo de Ambras, con sus techos artesonados y obras de Rubens y Velázquez, ofrece paz y tranquilidad en el paisaje invernal. El esplendor barroco del Palacio Imperial de Hofburg, rodeado por la vida moderna, convierte la capital tirolesa en un lugar que une mágicamente el pasado y el presente.
El zoo alpino de Innsbruck es uno de los más altos de Europa y está situado a 750 metros sobre el nivel del mar.
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Alojamientos únicos
Con transporte público como autobuses IVB y tranvías los visitantes pueden desplazarse cómodamente por la ciudad. Hay numerosas líneas que también recorren los lugares de interés.
Una alternativa económica y flexible es el sistema de bicicletas urbanas disponible en muchas estaciones. La ciudad se recorre fácilmente por carriles bici de 90 kilómetros.
Descubra Innsbruck
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