¡Experimenta la gastronomía en el Tirol!
¡Disfruta de lo auténtico!
Juntos en las alturas
El queso, la mantequilla y el speck tiroleses no solo saben bien en la montaña o durante una caminata como una merienda típica: la cocina tradicional del Tirol se basa en sabores intensos y en ingredientes regionales, tanto en las cabañas alpinas como en las posadas rústicas y restaurantes (meter link restaurante) de alta categoría.
En el Tirol, platos como el Gröstl con huevo frito, los Kaspressknödel en una sopa sustanciosa o los Schlutzkrapfen esperan a los hambrientos amantes de la montaña. En pequeñas queserías, en la fruticultura y en las panaderías, los lugareños crean con amor momentos culinarios tiroleses. Los visitantes pueden experimentar con todos los sentidos que aquí, a gran altura, se producen alimentos de alta calidad. En los alpes tiroleses, disfrutan de la hospitalidad en la montaña o pueden observar la producción de queso alpino tirolés o queso Graukäse. En el tour de hierbas alpinas o en la ruta del schnapps tirolés, capturan el aroma de los productos regionales de calidad.
Consejos gastronómicos en el Tirol
Vivencias culinarias en el Tirol
El pueblo con sus 50 destilerías se ha especializado en aguardiente. En el pueblo destilador de Stanz en el Tirol, viven alrededor de 650 personas en unas 150 casas, de las cuales 90 producen aguardientes. A una altitud de 1040 metros, es la zona de cultivo de frutas más alta de Europa. La ubicación soleada y el sistema de riego sofisticado proporcionan aroma y azúcar a las frutas. A diferencia del schnapps, para el aguardiente se utiliza solo fruta completamente madura con un contenido de fruta del 100%. Así, los aficionados pueden oler la ciruela de Stanz en la copa y disfrutar de su sabor suave y prolongado en el paladar.
Tabernas tirolesas: placer de alto nivel
¿Cómo es colgar todo lo conocido y empezar una nueva vida en la montaña? Clara Tippelt dio este valiente paso y encontró su nuevo hogar como anfitriona en una posada tirolesa en Austria.
La vida a veces da giros inesperados. Clara Tippelt nunca pensó, mientras estudiaba moda en Alemania, que unos años después sería la orgullosa propietaria de una cabaña en una aldea en Austria. La agitada vida urbana ya le estaba resultando incómoda cuando Clara se enamoró de la vasta belleza de los Alpes austriacos. Sin pensarlo mucho, compró la Boschebenhütte en el Patscherkofel cerca de Innsbruck y allí creó su nuevo hogar. Aunque la vida en la cabaña puede ser desafiante a veces, para Clara no hay nada más hermoso que despertar en medio de las montañas por la mañana y compartir su vida en la naturaleza con sus huéspedes. Las montañas le ayudan a ella y a todos los que la visitan a enfocar sus pensamientos en el presente y disfrutar plenamente la belleza del momento.