Ribiselschaumschnitten

Precalienta el horno a 180 °C (200 °C con calor arriba y abajo). Bate la mantequilla, el azúcar glas, el azúcar vainillado, la ralladura de limón y la sal en un robot de cocina con un batidor plano hasta que quede esponjoso. Separa los huevos. Incorpora poco a poco las yemas a la mezcla de mantequilla. Bate las claras y el azúcar granulado con el batidor del robot de cocina hasta que estén cremosas y firmes. Incorpora un tercio de la mezcla de claras a la mezcla de mantequilla y tamiza la harina. Incorpora con cuidado el resto de las claras batidas con una espátula de goma. Vierte la mezcla en un molde rectangular de 30 x 15 cm, untado con mantequilla. Coloca en el horno precalentado durante aproximadamente 35 minutos. Saca y deja enfriar durante 1 hora.

Para el pudín de vainilla, masajea suavemente la vaina de vainilla, córtala a lo largo y raspa las semillas. Hierve dos tercios de la leche con azúcar, sal, las semillas de vainilla y la vaina de vainilla. Mezcla la leche restante con la fécula hasta que esté suave, y agrégala a la leche hirviendo con un batidor. Cocina por 1 minuto, retira del fuego y perfuma con Amaretto. Retira la vaina de vainilla, deja que el pudín se enfríe un poco hasta que la mezcla de merengue esté lista.

Quita las grosellas de los tallos con los dedos.

Para el merengue, bate las claras de huevo con azúcar y sal en la batidora durante unos 2 a 3 minutos. Añade el azúcar glas poco a poco, cucharada a cucharada. Sigue batiendo hasta que la mezcla esté brillante.

Extiende el pudín de vainilla sobre el pastel horneado. Extiende un cuarto de la mezcla de merengue sobre el pudín de vainilla, espolvorea con grosellas y cubre con el resto del merengue formando ondas. Espolvorea generosamente con azúcar glas y hornea en el horno precalentado a 250 °C con calor superior (no apto para convección) en la rejilla del medio durante unos 5 a 8 minutos. El merengue debe quedar bien dorado.