Museo Sigmund Freud
El Museo Sigmund Freud, ampliamente renovado y ampliado en 2020, muestra todas las habitaciones privadas de la familia, así como las consultas de Sigmund y Anna Freud. Tres exposiciones permanentes permiten conocer el desarrollo del psicoanálisis, la vida familiar de los Freud y la historia de la casa.
Sigmund Freud vivió y trabajó aquí durante 47 años antes de tener que huir de los nacionalsocialistas en 1938. Hoy en día, este lugar es conocido en todo el mundo como la cuna del psicoanálisis: fue aquí donde Freud revolucionó la imagen que el ser humano tiene de sí mismo. El Museo Sigmund Freud se encuentra aquí desde 1971 y reabrió sus puertas en 2020 tras una profunda renovación y ampliación. Tres exposiciones permanentes en las antiguas salas de estar y consulta de Freud, una presentación de arte en la sala de exposiciones de Berggasse 19 y exposiciones especiales transmiten la personalidad y la obra de Freud: están dedicadas a su vida y obra, al desarrollo del psicoanálisis en la teoría y la práctica y a su importancia para la sociedad, la ciencia y el arte actuales. La historia de la casa de Berggasse 19 y los destinos azarosos de sus habitantes también se ponen de relieve.
Todo el entresuelo -el piso privado de la familia y las consultas de Sigmund y Anna Freud- permite a los visitantes rastrear el entorno histórico de Freud. Las salas ofrecen información exhaustiva, desde la evolución histórica del psicoanálisis hasta un examen crítico de sus preocupaciones actuales. La historia de la casa y de sus moradores cobra protagonismo en una escalera de nueva construcción, que permite recorrer todas las salas de exposición.Los antiguos quirófanos del entresuelo sirven de escenario para el arte: la colección de arte conceptual del museo, iniciada por Joseph Kosuth, incluye obras de John Baldessari, Pier Paolo Calzolari, Susan Hiller, Ilya Kabakov y Franz West, que se exponen donde Freud escribió en su día su Interpretación de los sueños. En el vestíbulo, un café con especialidades vienesas ofrece espacio para relajarse.
Lo siniestro: Sigmund Freud y el arte
La exposición especial del Museo Sigmund Freud se centra en lo siniestro, en la emoción que en su día despertó el interés de Freud y que siempre ha sido elevada a la categoría de objeto pictórico en el arte.
Obras de Louise Bourgeois, Heidi Bucher, Gregory Crewdson, Robert Gober, Birgit Jürgensen, Hans Op de Beek, Markus Schinwald, Esther Shalev-Gerz, Cindy Sherman, Jeff Wall, Kai Walkowiak y Francesca Woodman ilustran la influencia actual y recíproca del psicoanálisis y el arte en diversos medios.
Del mismo modo que este sentimiento específico de ansiedad -también en vista de la actual situación mundial- penetra en la superficie de la conciencia humana, también se refleja en el arte contemporáneo.
Las posiciones internacionales expuestas se enfrentan a lo siniestro en composiciones metafóricas de cuerpos deformados o expuestos, así como en sutiles puestas en escena que a menudo sólo revelan el horror gradualmente. Freud se refirió a la capacidad de las artes para expresar lo siniestro ya en 1919 en su texto del mismo nombre. En particular, las descripciones de la poesía le parecen aún más ricas que la experiencia real.
Tanto los ejemplos literarios que cita como el análisis del significado del término "lo siniestro" le llevan a la misma conclusión: lo siniestro puede remontarse tanto a lo familiar (lo hogareño) como a lo reprimido (lo secreto). Sobre todo, el "carácter velado" de este sentimiento nos provoca horror.
Numerosas obras de arte contemporáneo confirman las ideas de Freud, ya sea centrándose directamente en lo siniestro o evocando el sentimiento a través de irritaciones de aspecto casi discreto, cuyo significado sólo se hace evidente al examinarlas más de cerca y proporcionan información sobre la sensación de lo siniestro.