Escuela Española de Equitación
Equitación de primera clase
Cuando los elegantes sementales blancos se mueven al ritmo de la música en la Escuela de Equitación de Invierno del Hofburg, la historia cobra vida. Pero esto no es nostalgia: la Escuela Española de Equitación de Viena es cultura viva, tradición en movimiento y una búsqueda constante de excelencia.
Fundada en el siglo XVI, es una institución única en el mundo que mantiene vivo el patrimonio ecuestre de Austria desde 1565. Lo que comenzó como un centro de formación para nobles y sus caballos, hoy sigue perfeccionando el arte clásico de la equitación. Su nombre honra las razas ibéricas de las que nacieron los Lipizzanos: caballos de carácter fuerte que son el alma de cada espectáculo.
Su viaje empieza en la yeguada de Piber (Estiria), pasa por el centro de entrenamiento de Heldenberg y culmina en Viena. El proceso es largo, basado en confianza, paciencia y sensibilidad. Solo los más talentosos dominan los famosos saltos como la levada o la cabriola.
Y aunque las raíces son profundas, aquí también se mira hacia el futuro: las mujeres ya son parte clave del equipo de jinetes, y formatos educativos innovadores acercan este arte a nuevas generaciones.
Si asistes a una exhibición o visitas el detrás de escena, lo sentirás enseguida: aquí la tradición no se conserva inmóvil, se vive. Con elegancia, calma y una naturalidad que revela por qué Austria es un país cultural único. Un lugar donde el legado se transmite con autenticidad, sin dramatismo, pero con carácter.
Es oficial desde 2022: los conocimientos de la cría de caballos Lipizzanos forman parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Todas las perspectivas de la Escuela Española Equitación
De Piber al Hofburg
En la yeguada de Piber, en Estiria, se utilizan para la cría seis de las ocho líneas de sementales y 17 familias históricas de yeguas. Los Lipizzanos nacen oscuros y adquieren su típico color blanco entre los seis y los diez años; sólo se crían específicamente blancos desde principios del siglo XIX. Cada apareamiento sigue líneas centenarias y conocimientos modernos para transmitir carácter y calidad de movimientos.
Los potros crecen en la llamada manada de yeguas de cría junto con otros potros. Pasan los veranos en extensos pastos alpinos, donde desarrollan su seguridad y su comportamiento social. Alrededor de los cuatro años, se reúnen los animales jóvenes, independientemente de su sexo. Los sementales se trasladan al centro de entrenamiento de Heldenberg, mientras que las yeguas seleccionadas permanecen en Piber y completan dos años de entrenamiento bajo la silla y delante del carruaje. Los sementales se entrenan en tres etapas: Remontenschule, Campagne School y High School. En estrecha colaboración con los jinetes, los caballos aprenden lecciones exigentes hasta los saltos de escuela. Mientras tanto, las yeguas permanecen en Piber y forman a las siguientes generaciones como yeguas de cría.
Tras su etapa activa, los sementales regresan a la yeguada de Piber, donde pasan el resto de su vida en un entorno adecuado a su especie, en un "establo de retiro" cuidado con esmero.
Eventos y visitas guiadas: La equitación de cerca
El reconocimiento internacional es una clara muestra de la importancia cultural de esta institución:
Desde 2010, la equitación clásica de la Escuela Española de Equitación forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Y en 2022, el conocimiento de la cría del Lipizzano también se incluyó en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, una prueba más de las profundas raíces de esta tradición en la identidad cultural de Austria.
El Lipizzano como recuerdo
Preguntas frecuentes
Protección del clima
El mantenimiento de costumbres y tradiciones en Austria está estrechamente ligado a la sostenibilidad. Tradiciones como las batidas de ganado, las fiestas tradicionales y la artesanía regional demuestran un profundo respeto por la naturaleza y los recursos. Estas costumbres fomentan la comprensión y el aprecio de la flora y la fauna locales, así como la conciencia medioambiental.
Las costumbres y tradiciones también refuerzan la sostenibilidad social: fiestas tradicionales como la elevación del mayo, Las celebraciones de Semana Santa o costumbres navideñas refuerzan el sentido de comunidad y el compromiso compartido de cuidar la región. También Patrimonio cultural inmaterial honra los rituales, costumbres y oficios tradicionales que se transmiten de generación en generación. Los visitantes que viven estas tradiciones se sumergen en la cultura austriaca, lo que a su vez refuerza la identidad local.